Todos los deseos terminan en frustración. Cuando se posee el deseo se termina el interés y aparece el aburrimiento, la única forma de salir de la frustración pareciera que es creando otro deseo mejor para que la vida vuelva a ser emocionante.
En la frustración la vida no tiene sentido, entonces se va avanzando hacia la insatisfacción, la angustia constante. Muchas ideologías filosóficas argumentan el asentido de la existencia, pero esto mismo es absurdo y falso.
Cuando se medita se puede comprender la naturaleza de los deseos, entonces si hay felicidad, hay éxito, bien; si hay infortunio, no hay problema. Es lo que es. El karma es realizar la existencia, transitarla, el destino de la vida, la acción e inacción sin obsesionarse y apoderarse de los resultados, ese es el máximo interés del servicio.
Nacemos vacíos, nos vamos vacíos. La única verdad no tiene palabras, es absoluta y divina.
La felicidad no es la plenitud, en la plenitud nada más importa. En la plenitud hay serenidad, silencio, estabilidad en un mundo inestable, en la plenitud ésta la nada misma, no está la obsesión y la inquietud de querer ser y poseer. Ya sos.
Swamini Barbara
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