LOS TÍTULOS OFICIALES EN YOGA NO EXISTEN

Queridxs practicantes y estudiantes de Yoga

EN NUESTRO PAÍS PARA QUE UNA DIPLOMATURA SEA OFICIAL, DEBE ESTAR RECONOCIDA POR EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA NACIÓN Y DE LA PROVINCIA. EL YOGA NO ES OFICIAL. 

"YOGA" NO ES UNA MATERIA OFICIAL HOMOLOGADA EN EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN. LA PERSONERÍA JURÍDICA QUE SE OFRECE, ES SÓLO PARA REGISTRAR UNA ENTIDAD.

Ante las reiteradas preguntas y cuestionamientos acerca de "validez", "alcance" y "oficialidad" de los títulos, nos vemos obligadas a realizar esta aclaración.

Yoguinis y yoguis, no se dejen engañar. Yoga es un extenso camino de evolución personal y comunitaria, un camino que tiene cerca de 6000 años. Actualmente en nuestra sociedad algunas personas e instituciones intentan controlar y adueñarse de una sabiduría verdaderamente inconmensurable a través de estrategias publicitarias basadas en la ignorancia. 

Qué es una Federación? Una Federación es un conjunto de entidades, que pueden ser escuelas, asociaciones, institutos, etc., que se agrupan y desarrollan juntas con un interés común. En el caso del Yoga en Argentina, no existe una Federación, sino varias, nacionales e internacionales, que se han ido formando a través de los años, según las necesidades, inquietudes y visiones de sus integrantes.

Una escuela puede estar interesada o no en formar parte de tal o cual federación, pero eso de ninguna manera significa la acreditación o garantía de “OFICIALIDAD”, simplemente porque el Yoga en Argentina no posee oficialidad.

Tristemente hay federaciones que se atribuyen oficialidades e incluso se autoproclaman únicas entidades rectoras de Yoga porque están conformadas por determinadxs maestrxs, porque descienden de cierto linaje, por antigüedad, por haber participado en algún convenio con algún gobierno, por estar afiliadas a otras instituciones y un interminable etcétera de falsas informaciones que sólo generan confusión, alimentan la ignorancia y destruyen la Yoga.

Y es aún peor: descalifican a otras escuelas, federaciones y comunidades,  por no alinearse a ellxs e integrar su organización. Aprovechan el desconocimiento que hay acerca del tema para engañar a las personas que están buscando realizar su experiencia en Yoga. En desagradables estrategias de marketing, contrapublicidad y difamación buscan seducir con términos absolutamente ajenos al Yoga  pero que están presentes en el imaginario social.  

estamos meditando

Detrás de todo esto, claramente está el afán de controlar dinero, poder y personas. 

Por haber sido educados en una estructura de verticalidad institucional, muchas personas creen que necesitan avales, registros y sellos para practicar y enseñar Yoga. No están listxs aún para entender que sólo de cada unx depende su avance, formación y excelencia en la disciplina. Practicantes y estudiantes de Yoga, son ustedes los que conocen a sus maestrxs, escuelas y asrams, son libres de comparar, elegir con quién quieren formarse y compartir su vida yóguica, ejerzan sabiamente su poder.

AUM