Sri Aurobindo fue un revolucionario, poeta, escritor y maestro espiritual. A pesar de su fascinante vida se mostró escéptico de cualquier biografía diciendo: "Nadie puede escribir sobre mi vida porque no ha sido puesta en la superficie donde el hombre pueda verla."
Sin embargo, sus escritos dan una visión profunda de la vida de este maestro espiritual único. Sri Aurobindo abrió un nuevo enfoque para el yoga, que calificó de "Yoga Integral". Sintió el yoga y la espiritualidad sin tener que retirarse del mundo como han hecho otros yoguis. Sri Aurobindo desea señalar lo divino en todos los aspectos de la vida. Durante los últimos 40 años de su vida, trabajó incansablemente con el único objetivo de desarrollar una conciencia espiritual.
Sri Aurobindo Ghosh nació en Calcuta el 15 de agosto de 1872. A la edad de siete años fue enviado a Inglaterra, donde acabó su formación universitaria. En 1889 ingresó en Cambridge, con una beca de estudios donde finalizó brillantemente sus estudios. Regresó a su país y empezó a trabajar como administrativo del principado de Baroda. Aparte de su trabajo administrativo, fue nombrado profesor de francés del colegio de Baroda, y, posteriormente, de inglés. En este periodo aprendió el sánscrito y otras lenguas indias.
Sri Aurobindo siempre separaba dinero para enviarlo a su madre, y para la educación de su hermana. Un abogado de Baroda, que se admiraba ante la actitud de Aurobindo con respecto al dinero, dijo:
"Otra cosa que observé en él fue la total ausencia de amor al dinero. Solía traer la suma que ganaba para tres meses en una bolsa, que luego vaciaba en una bandeja sobre su mesa. Nunca se preocupaba por guardar el dinero en un cofre bien cerrado, ni anotaba lo que gastaba. Un día le pregunté por casualidad porqué guardaba el dinero en aquella forma. Se rió, y entonces respondió: 'Bien, eso es una prueba de que estamos viviendo entre personas buenas y honestas'. Yo le dije: 'Pero nunca anotas nada como para poder comprobar eso.' Entonces, con el rostro sereno, me dijo: 'Es Dios quien toma nota por mí. El me da lo que yo necesito y guarda el resto para Sí. De cualquier manera, él no me hace pasar necesidades, ¿por qué entonces yo me tendría que preocupar?".
Mucho antes de practicar yoga, Sri Aurobindo vivió una serie de profundas experiencias espirituales y Aurobindo se dio cuenta de que no necesitaría ningún gurú. El divino guía interior permanecería con él para siempre. Decía que "un yoga que exige que yo desista del mundo, no me sirve. Tengo que liberar a mi país". Este es el aspecto más brillante de Aurobindo, él quería un yoga social e integral.
Más tarde, empezó a participar abiertamente en política. Fue uno de los grandes líderes del movimiento nacionalista de Bengala, durante 1906-1910. Su influencia en la transformación del pensamiento y opinión de toda la India fue muy profunda, especialmente a través del periódico «Bande Mataram».
Detenido a causa de su actividad política, en 1908 fue encarcelado durante un año en la prisión de Alipore. Su estancia en prisión significó un cambio decisivo en su vida.
La misión espiritual de Sri Aurobindo
Confinado en su celda de la prisión Sri Aurobindo fue capaz de practicar la meditación y leer acerca de los antiguos principios del yoga. Comenzó a tener meditaciones profundas y a entrar en los reinos superiores de la conciencia, descubriendo la omnipresencia de Dios.
En un medio tan poco favorable, se sumergía casi de continuo en la meditación. Su vida interior y sus realizaciones espirituales pronto le llevaron a fijarse un objetivo más amplio y universal que la liberación de su país: el porvenir de la humanidad, la nueva era del espíritu, el descenso de la Supermente o Consciencia-Verdad y el surgimiento del ser supramental.
"Yo miraba hacia la prisión que me apartaba de los hombres y ya no estaban los altos muros que me encarcelaban: No, era Vasudeva que me rodeaba. Yo caminaba bajo las ramas de los árboles frente a mi celda, pero no había árboles; sabía que era Vasudeva, era Krishna a quien yo veía allí, proyectando su sombra sobre mí. Yo miraba hacia las rejas de mi celda y otra vez vi a Vasudeva. Era Narayana que me estaba cuidando como un centinela. O me acostaba sobre las rústicas mantas que me habían dado y sentía los brazos de Sri Krishna envolviéndome, los brazos de mi Amigo y Amante. Y tuve una visión profunda: Cuando miré a los prisioneros en la cárcel, los ladrones, los asesinos y los estafadores, vi a Vasudeva; era Narayana quien se encontraba en aquellas almas oscurecidas y cuerpos desgastados".
Todavía en la cárcel, Sri Aurobindo se dio cuenta de que el guía divino de su interior nunca le dejaría y desde esta fuente divina, se le guió para que no se preocupara más por la política y se propusiera la renovación de Sanatana Dharma, la religión eterna. Para poder realizar esta tarea espiritual fue necesario que Sri Aurobindo dejara la política. Sri Aurobindo dice de su misión:
"Tenemos que volver y buscar las fuentes de vida y la fuerza dentro de nosotros mismos.. Es la revolución espiritual que prevemos y el material es sólo su sombra y reflejo."
Después de ganar una dramática absolución, Sri Aurobindo fue liberado, pero todavía era perseguido por los británicos, que lo consideraban "el hombre más peligroso". Fue entonces que se fue a Pondicherry. A pesar de las frecuentes conspiraciones para librarse de él, Sri Aurobindo fue capaz de dedicarse plenamente a sus disciplinas espirituales y dedicaba gran parte de su tiempo a la meditación, cada vez más cerca de la conciencia supramental. Aurobindo escribió varios libros explicando su opinión sobre el Yoga y la espiritualidad. Su exposición más notable fue tal vez en "La Vida Divina", que es una explicación exhaustiva de su yoga integral. Sri Aurobindo fue también un poeta. Muchos de sus poemas son intensos y conmovedores retratos de sus experiencias supramentales.
Escribió La síntesis del yoga, El ciclo humano, El ideal de la unidad humana, La poesía futura, El secreto del Veda, Ocho Upanishads, Ensayos sobre la Gita, Los fundamentos de la cultura india, etc. De su obra poética merece especial mención la epopeya "Savitri".
Poco a poco, los buscadores espirituales fueron atraídos a Pondicherry y así fué como se creó allí un Ashram.
En 1914, Sri Aurobindo y Mirra Alfassa ("La Madre") se encontraron por primera vez, aunque hacía años que se conocían a través de sus experiencias espirituales. La madre reconoció inmediatamente Sri Aurobindo, como guia de su sadhana y Sri Aurobindo le confió a la Madre la organización del ashram, quien lo guió durante casi cincuenta años. El Ashram se convirtió en una comunidad espiritual dinámica y todavía sigue floreciendo día tras día: el Sri Aurobindo Ashram.
"El objetivo de mi Yoga es transformar la vida trayendo a ella la luz, el poder y el deleite de la Verdad Divina... Estamos aquí para hacer la Voluntad Divina y crear un mundo en el cual la Voluntad Divina pueda manifestar su verdad... Nuestro Yoga no es para nuestro propio beneficio y satisfacción, sino para la satisfacción de Dios... El objetivo del Yoga es amor a Dios y solamente a él, estar sincronizado en nuestra naturaleza con la Naturaleza de lo Divino, y en nuestra voluntad, trabajos y vida, para ser un instrumento de Dios... Su objetivo no es ser un gran yogui o un superhombre... Solamente Dios es nuestro objetivo".
En noviembre de 1926 Sri Aurobindo se retiraría de la vida del Ashram, (sintió que esta retirada era necesaria para poder completar su trabajo), sin embargo pasaba muchas horas al día respondiendo las cartas de sus discípulos. Estas cartas fueron una oportunidad para explicar su yoga y cómo se aplica en situaciones particulares. Con buen humor y gran compasión, era capaz de aliviar los temores y ansiedades comunes de muchos buscadores. Las cartas de Sri Aurobindo muestran una gran sabiduría y un buen sentido del humor, como él mismo decía: "Un Dios que no podía sonreír, no podría haber creado este universo humorístico."
Sri Aurobindo enseñó que las diferentes religiones del mundo estaban en lo cierto en su propia manera. Sin embargo Sri Aurobindo también declaró que no había necesidad de repetir lo que había sucedido en el pasado. El mundo está en constante evolución y que es necesario bajar una verdad más alta con cada edad.
Después de una breve enfermedad Sri Aurobindo abandonó su cuerpo físico el 5 de diciembre de 1950.

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